lunes, 20 de octubre de 2014

Yes Man


 El fin de semana vi "Yes Man" si ya, bueno, que vergüenza, pero si, sufro del placer culpable de, aveces, disfrutar de películas tontas, cliches y livianitas que me pillo en la televisión abierta mientras estoy echada en un sillón, muchas veces en pijama... ah! y sobretodo en invierno... a lo que además, generalmente arrastro a mi pobre compañero que "sufre" (uy si, como sufre!) o hace como que no pesca mientras esta en el computador.

 Y bueno, la vi, y además debo confesar que ya la había visto... no recuerdo bien pero me tinca que por iniciativa propia.
 Pero nada, es entretenida y el tema no pasa sin dejar algún pensamiento dando vueltas.

 Básicamente trata sobre un tipo, que trabaja en un banco y esta un poco deprimido por haber sido, recientemente, abandonado por su pareja, por lo tanto, sin muchas ganas de hacer nada... a quien no le ha pasado?
 Es entonces cuando va a un seminario, arrastrado por un amigo, donde se alientan a decir "si" a todo, y digo a todo, desde alguien te pide una moneda hasta salir de juerga interminable aunque tenga algo que hacer al otro día.
 Es decir, "si" a toda encrucijada donde las posibles respuestas solo sean "si" o "no"
 De ahí es bastante predecible, se excede con los "si" y luego la caga pero más tarde todo se soluciona y vive feliz para siempre junto a la nueva niña, a la que precisamente, conoció gracias a solo decir si... fin!

 Lo interesante es como, todos, nos hemos visto siendo ese "no sir" o mejor dicho "no person", ese estado terrible cuando cuesta motivarse hasta a lo más simple... mover la raja le llamo yo.
 Recuerdo un tiempo, ni tan lejano, en que me dispuse a ser así, y decir si a las "posibilidades de la vida" (así lo definimos con una amiga). Eso si, con cierto criterio... si no lograba encontrar una razón para decir no (una real, la lata no vale), entonces la respuesta era más bien un "y por que no?.. ok!"
 Y fueron bueno momentos... pero claro, estaba estudiando, estaba en una ciudad nueva, nuevas amistades y la vida me ofrecía, EN VERDAD, muchas posibilidades... además de tener mucho tiempo para tomar todas esas opciones.
 Fue una buena época, me quedaron buenos momentos... otros que no recuerdo bien, pero siempre quedo una buena sensación...a si que deben haber sido buenos! La cosa es que, si nada hay nada que perder, entonces hay mucho que ganar. Por lo mismo creo que es algo que funciona cuando uno esta en esos momentos en que odo sirve, porque ya hemos perdido suficiente.
 Ahora, quizás nunca deberíamos perder esa capacidad de sorprendernos y dejarnos sorprender, finalmente es reconectarnos con el "niño interior" que disfruta más facilmente. Pero la vida se encarga de arrastrarnos a las mil preocupaciones y llenarnos de miles de "tengo que..." y nos perdemos.
 Ayer, como seguía lloviendo y lloviendo, fuimos de paseo al supermercado...si, de paseo, como nunca! sin la necesidad de comprar nada y ver que nos tincaba comer... y al final, fue bastante entretenido.. menos mal que dije que si.

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